domingo, 6 de enero de 2008

un artículo en InSurgente de Carlos Tena 4.

Por si fuera poco el veto y la orden de prisión, la Audiencia Nacional, tuvo a gala hace algún tiempo inmiscuirse en política externa, tratando de determinar si el presidente cubano Fidel Castro era o no Jefe de Estado. Tamaña intromisión no fue superada ni por el equipo del aquel monstruo de la ignominia llamado Tribunal de Orden Público, aunque parece que aquellos juristas, que interpretaron las leyes como esbirros de una dictadura condenada en el Parlamento Europeo, pero no en el español, van a ser minimizados por estos otros de la AN, un órgano que, a través de sus dictámenes, sigue pronunciándose contra todo lo que huela a un verdadero ejercicio de la democracia, porque ese sistema político, aplicado a la española (que viene a ser lo mismo que decir a la norteamericana), se cisca en el derecho más elemental, como Bush en los iraquíes que su ejército de mercenarios sigue asesinando, sin que ningún tribunal o audiencia ose juzgarle por crímenes de guerra.
Los derechos humanos se han conculcado nuevamente, de forma terca y repetida, no sólo durante el periodo en el que se incoaba el sumario, sino durante su desarrollo y final, que podría firmar un jurista como Blas Piñar, sin que la conciencia le escociera. Se ha emitido un veredicto, basado en mil y una irregularidades y supuestos nunca demostrados, que es lógico solicitar en Estrasburgo la anulación no ya de la propia sentencia, sino recabar el procesamiento inmediato de todos y cada uno de los juristas que forman parte de ese intolerable esperpento. Su delito: prevaricación en sesión continua.
El hecho de que un fascista, responsable de algunos crímenes e innumerables torturas, como Manuel Fraga Iribarne, siga libremente haciendo apología del terrorismo al afirmar que “Franco comenzó a poner orden en España”, que viene a ser lo mismo que asegurar que “Bush inició, con el derribo de las Torres Gemelas, el orden mundial”, es la prueba más evidente de que los condenados en el 18/98 son todos inocentes

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